Era un juego otoñal. Iban juntos, grandes y chicos, por las colinas. Uno de los grandes conducía las operaciones y sostenía el cordel, aflojando cuando resultaba muy tirante, tirando y enrollando si era lento. Todos corrían detrás de ese pájaro extraño que agitaba sus cintas e independizándose les hacía frente a las corrientes de aire. Se contenía la respiración, preocupados por la evidente inestabilidad. Y la desilusión (¿o la satisfacción?) no tardaba, el barrilete moría enseguida, como golpeado por un cazador infalible. No era claro el sortilegio de ese objeto impalpable. Tal vez venía de un conocimiento sonámbulo de antiguos ritos.
Fragmento de Catálogo de juguetes
Foto tomada del blog Árbol Sodio
OOOOHHH
ResponderEliminarHan pasado meses y por casualidad vine a este blog.
De verdad, es un honor que hayas puesto esa foto! Muchas gracias y felicitaciones por este hermoso trabajo que estás haciendo!!
Abrazo desde Mendoza (Argentina)