miércoles, 28 de octubre de 2009

Peregrinación

Hace unos meses, Sandra Petrignani participó en el XII Congreso Internacional de la Sociedad Española de Italianistas, organizado por la Universidad de Castilla-La Mancha. Aquí reproducimos un pasaje de su intervención que incluye una referencia al Catálogo de juguetes.


En mi confusa juventud había algo sobre lo que no tenía dudas: quería dos cosas en la vida, escribir y viajar. Incluso la escritura aparecía como un tipo de viaje peculiar, un viaje dentro de las palabras y las cosas. En cierto sentido, no escribí sino libros de viajes y la metáfora del viaje marcó mi vida. Ahora bien, debemos comprender este término. Cuando decimos "viaje", indicamos conceptos diferentes.

En primer lugar, viajar es moverse en el espacio, pasar de un lugar a otro y, más precisamente, de un lugar familiar, donde están nuestra casa y nuestras cosas, a un lugar menos conocido, cuando no desconocido. Viajar implica abandonar la seguridad para aventurarse en lo ignoto. Pero viajar es también buscarse. Abandonamos la rutina, aunque sea temporalmente, para ponernos a prueba y descubrir cosas que no sabíamos de nosotros mismos, para medir nuestra resistencia, nuestra inventiva, nuestra inesperada capacidad de adaptación. Tal vez viajemos en busca de sorpresas ya que los escenarios familiares no pueden sorprendernos ni ponernos a prueba.

También podemos viajar para perdernos. O, éste es el caso en el que más me reconozco, nos ponemos en camino para buscar una cosa sabiendo con precisión qué es, con una meta a alcanzar, un punto en el espacio que decidimos que será nuestro destino. Esto es lo contrario a perderse. Nos trasladamos del punto A al punto B y el punto B nos aguarda porque realmente deseamos llegar ahí, deseamos llegar y comprender y, para eso, nos hemos preparado mucho antes de salir.

Este tipo de viaje se llama peregrinación. El peregrino es un viajero que sabe lo que desea y […], cuando llegue a destino, cuando alcance la meta, no será el mismo de antes, sabrá algo distinto de lo que sabía. […]

Antes dije que, en cierto sentido, no escribí sino libros de viajes. Eso puede sonar forzado, pero esconde algo de verdad. Los libros que siguieron [a su primera novela: Navegazioni di Circe], Catálogo de juguetes y Vecchi, son viajes a través de objetos y de personas. ¿Peregrinaciones también? De algún modo, sí. El Catálogo de juguetes conforma una peregrinación por la niñez a través de un objeto de culto de esa etapa; precisamente, el juguete […], un objeto mágico y misterioso que contiene una verdad oculta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
Clicky Web Analytics